Leer, leer y leer: Cómo y dónde sea, el caso es leer.

Desde nuestros amigos de @SerDigitalUy nos llega este interesante post sobre la realidad uruguaya en relación a educación y lectura, la cual no es muy distinta a Chile. 

CSD > @SerDigitalUy >@ClickConsultor @Jalcuy > 27.09.11 

El título del post es la consigna ¿o no!? Por lo menos debería ser una de las principales preocupaciones desde la educación. Sin embargo en nuestro país (Uruguay) las preocupaciones se han estancado en «Ceibalitas Si/ Ceibalitas No» (One Laptop Per for Children – Proyecto impulsado por Negroponte que tiene su versión en Uruguay bajo el apodo de «Ceibalitas» por el Plan Ceibal que las organiza) pero históricamente poco se ha concretado para provocar una «oleada» masiva de nuestros niños y adolescentes hacia la lectura.

Impulsos:

Si, algunos:

+ Algunos viejos Spot televisivos (nunca mantenidos en el tiempo) de parte del Ministerio de Educación y Cultura, con el eslogan «Leer es bueno» que complementaría con «…y también muy caro».

+ Ferias del libro… también, las recuerdo en las instalaciones del LATU y ahora las últimas más recientes en la explanada de la Intendencia de Montevideo, rebajas significatias en ellas… mmmmhh, mesas de oferta que calificaría con todo respeto de «mesas de desecho», ya que no proponen rebajas a «lo último» sino a lo que «no sale» sinónimo la mayor de las veces de «no le interesa a nadie».

+ Esfuerzos individuales, escuelas, bibliotecas públicas, algunas universitarias, privadas inclusive… si, muy loables y esforzadas; ahoracomo política pública organizada y mantenida en el tiempo a través de los gobiernos, definitiva y categóricamente: NO.

En primer lugar (por lo menos en esta parte del mundo) por los precios de los libros – papel (comienzo con esta distintos desde la irrupción del libro digital) se torna difícil hacer «común» el consumo masivo de este insumo. Comienza siendo el primer escollo para mantenerlos como un digno rival a cualquier otra propuesta de diversión (porque considero al libro no como un castigo sino como una ruta al descanso, la imaginación y por supuesto el aprendizaje).

Sigue siendo interesante ver como los costos en esta parte del mundo son muy superiores al origen (a pesar de estar eximidos de IVA) cuando uno ahonda en posibles respuestas, desde los importadores, distribuidores, editores y librerías se excusan señalándose unos a otros.

Pero no es el único problema a resolver, podemos sumar la calidad de las ediciones que nos llegan (en su casi exclusiva mayoría «rústica» y de bolsillo) y la variedad de ellas. Es difícil encontrar «lo último» editado a no ser que se trate de unos pocos elegidos (por las editoriales) que por su contundencia de «best sellers» pueden estar casi al momento de su lanzamiento mundial (esta claro que Harry Potter entra en este grupo selecto por ejemplo pero no muchos más).

La pregunta que queda siempre sin contestar (y sin promover en la discusión siquiera) es como lograr que se lea más -y mejor- como política de país. Quizás será que no se visualiza el efecto positivo que crea en un ser humano la ventana a nuevas ideas, lugares y situaciones que de otra forma sería difícil acceder y que un libro permite a diferencia de otros medio pasivos (como la televisión).

Un libro «gatilla» una reacción en cadena que comienza con la imaginación, la cual pone en movimiento una cadena de procesos donde la inteligencia se nutre de caminos que antes no aventuraba siquiera.

La discusión del soporte

Grandes puristas del «libro papel» de un lado, geeks pragmáticos defensores del «libro digital» del otro. Creo firmemente que es absurda lacontienda, el problema es promover la lectura, en cualquiera de sus soportes, si logro que un adolescente lea 15 libros anuales promedialmente sin amenazarlo con un arma!! sólo por el gusto de hacerlo… si logro esto: QUE IMPORTA DE QUE FORMA LO HAGA!!!

La discusión queda estéril si no hay «público objetivo» al que llegar…

Algunos rasgos distintivos

Quisiera simplemente rescatar algunas ventajas visibles que puede tener el uno u otro sistema. El primero «libro-papel» sigue siendo el rey en la lectura de tipo «lineal», se subraya y tiene ese «noseque» de lo que puedo ver y tocar en 3 dimensiones.

Grandes desventajas: precio y peso.

El segundo, el «libro-digital» ofrece algunas «extras» como el texto enriquecido, anidado, con múltiples referencias externas y fundamentalmente «socializables»; además por supuesto de integraciones posible con otros modos de intervenir con la lectura de forma visual (video, música) en forma por si fuera poco: interactiva. Otra ventaja es la portabilidad, en un solo dispositivo se pueden trasladar muchos libros.

El costo de los dispositivos lectores es más económico que el de una tablet, netbook, o notebook. Lo que me lleva a preguntarme que hubiera sido si se promoviera una campaña del estilo «un lector digital por niño» ya que su costo es claramente menor y su impacto pedagógico rápida y fácilmente medible.

Corea del Sur es un claro ejemplo de la elección por este soporte, a partir del 2012 en su educación pública todos los libros serán distribuidos por medio de ebooks.

El costo del libro digital, por lo menos en los países anglosajones que han captado rápidamente este grupo de ventajas, es sensiblemente más barato que el de papel, para mas referencias recorran 5 minutos Amazon y se sorprenderán de la diferencia. Esto, increíblemente, no se da en los mercados hispano parlantes en donde contra toda lógica de costos, el libro digital se ofrece apenas un poco más barato que su par en 3d, lo cual no permite promover la venta masiva como si lo hace (¡y los números son elocuentes!) en los anglo parlantes.

Gran desventaja: no hay un acuerdo aún en el tipo de formato, de hecho hay una cantidad increíble de ellos, aunque la tendencia es que los «lectores» tienden a abarcar los mayormente posibles.

No esta claro aún, la disponibilidad y la libertad del uso y préstamo del archivo una vez pagado. Es una discusión actual que aún no vislumbra un final.

Síntesis

+ Me apena profundamente los esfuerzos sin proyección en el tiempo, terminan en ser eso: impulsos.

+ Me apena que no se acompañen con objetivos claros y evaluables pedagógicamente.

+ Me parece increíble y poco convincente que los libros-papel sean tan caros en esta parte del mundo. Otros productos tienen mucho más costo de transporte y no tienen la diferencia de precio con el origen. Ningún actor del proceso se hace cargo del resultado.

+ Me apena profundamente que los más jóvenes se les dificulte (por cualquier medio digital o papel) el acceso a la lectura.

Hoy en una gran explosión digital y social es casi increíble lo que cuesta socializar la lectura, hacerla accesible a todos. De alguna manera nos perdemos de socializar el acervo de pensamiento humano guardados en ellos hacia las nuevas generaciones en el momento en que esto podría hacerse de la forma más rápida, sencilla y económica a la vez.

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