En nuestra nota de hoy, Jorge Dotto Médico genetista, entrega las razones de por qué se debería controlar el uso de videojuegos por parte de los niños.
SerDigital > @SerDigitalCL >05.05.2014
Cuando era chico todas las tardes salíamos a jugar al fútbol con amigos al jardín. Estábamos bastante tiempo afuera, nos divertíamos y la pasábamos muy bien.
Después, llegaron las consolas con los videojuegos, y en esos tiempos el primero, y más famoso se llamaba Atari. Me gustaba jugar al Pacman, Mario Bros., y King Kong. No me acuerdo de que hubiera juegos violentos con guerras o personajes que eran asesinos. Si existían, mis padres no me los compraron.
Pero eso cambió, ahora hay varios juegos violentos y agresivos para jugar en las nuevas consolas que son tan reales que logran tener un efecto que pareciera que estás adentro de una película. Las imágenes y las escenas tienen un gran detalle con alta definición. A los chicos les gusta jugar a las consolas y según se sabe, los chicos ahora están más tiempo dentro de casa jugando delante del televisor o monitor que corriendo afuera detrás de una pelota.
Un estudio publicado en la revista Journal of Communication (2014) demostró que la variante del gen SLC6A4, también conocido como 5-HTTLPR, localizado en el brazo largo del cromosoma 17, se asoció a que los niños usen más videojuegos violentos. Este gen tiene la información para la síntesis de una proteína que actúa como transporte del neurotransmisor serotonina. Este receptor es uno de los objetivos en el cerebro de drogas psicoestimulantes como la cocaína y las anfetaminas. O sea, está relacionado con la sensación de placer que producen estas sustancias. Pero, alteraciones de este gen se han asociado a tener mayor riesgo de desarrollar depresión y a tener un comportamiento agresivo.
Ahora, el debate que parece interminable es el siguiente: ¿nuestro comportamiento es sólo producto de nuestros genes o la educación lo define?
En realidad, nuestro comportamiento está definido por la influencia de los factores ambientales que nos rodean sumado a la predisposición genética que cada uno tiene. Si un niño vive en un ambiente familiar tranquilo, y a su vez, sus padres lo educan de una cierta manera, y en el colegio tiene una buena experiencia, la conjunción de estos factores tendrá un impacto positivo en su comportamiento. Y, a largo plazo también va a tener una influencia en el desarrollo de su personalidad.
En el caso de los videojuegos, es interesante entender que existe una predisposición genética que afecta el comportamiento de estos niños que consumen más contenido violento. Si eso ocurre no hay que retarlos o juzgarlos, este estudio demuestra que es algo que puede llegar a pasar, y nos ayuda a comprender esta situación. En realidad, los padres tienen que intentar que los niños no usen ese tipo de juegos agresivos independientemente de su condición genética. En la actualidad la tecnología permite que los padres puedan controlar la actividad de los chicos para evitar que consuman pornografía, y este sería otro de los temas que se tendría que tomar en cuenta para ser limitado.
Vivimos en un mundo violento y agresivo. Algunas personas adultas discuten y se pelean en cualquier ámbito, inclusive en la calle. También hay que tener en cuenta el incremento de la delincuencia con homicidios más violentos, alguno de los cuales están asociados al consumo de drogas. Estamos viviendo en una sociedad compleja, y eso también dificulta la crianza de las futuras generaciones.
Por supuesto, no estoy diciendo que el consumo de videojuegos agresivos influya 100% en este comportamiento negativo a largo plazo, pero sería un factor más que contribuiría a que los niños crezcan acostumbrados a un mayor nivel de adrenalina, agresión y violencia, si el objetivo del video juego es asesinar a cada personaje que aparece en la pantalla.
Hay juegos muy populares que tienen como personaje central a un asesino que consigue todo con su arma de fuego. El mensaje de conseguir las cosas robando y matando tampoco es claramente positivo para un niño o adolescente que está en una etapa de formación interior, y muy personal. No juego con consolas, pero hablé con personas que las utilizan, y me han confesado que estos juegos tienen un impacto emocional violento. Ahora, si eso ocurre en los mayores, no quiero imaginar lo que causa en los niños.
Estoy convencido que la mayoría de los padres son responsables y no dejan que sus hijos jueguen a estos juegos violentos. Entiendo también que el control a veces es difícil, y que los niños tienen más recursos tecnológicos para escapar a estas barreras parentales. Pero, me imagino que otros padres que no controlan a sus hijos no saben que su uso les afecta negativamente.
Este tipo de estudios científicos nos ayuda a entender el comportamiento de los niños en general, y a su vez, es útil para tomar medidas al respecto para que estos chicos puedan crecer en un ambiente más tranquilo, sano, y menos agresivo.
FUENTE: HUFFINGTON POST
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