Lo que hacemos en el mundo virtual tiene consecuencias directas en el mundo cotidiano. Así, es importante pensar con cuidado antes de publicar información falsa y también aprender a defenderse de ella.
RNB > GSD 2.0 > 28.10.10
Hace unas semanas atrás, precisamente el día en que se lanzó la campaña de la Teletón 2010, un usuario de Twitter publicó la muerte de Don Francisco. Si bien su propia hija y más tarde, con la presencia del animador durante el lanzamiento, se desmintió el hecho, con ello una vez más quedó en evidencia uno de los riesgos que conllevan las redes sociales: Publicar información falsa.
Entre el mundo cotidiano y el digital se habla de verdad cuando hay una correlación entre lo que se publica y el hecho real, por lo que, “la falsedad o algo falso en internet es cuando en el mundo digital se señala algo que no corresponde a la realidad, que imita o falsea, por ejemplo, una identidad, un hecho, un lugar, un producto o un servicio», comenta Miguel Arias, psicólogo y director de Divergente.
De esta manera, la falsedad en la red puede presentarse como una estafa o trucando fotografías y subiendo perfiles falsos de un niño o de un adulto, lo que también puede ampliarse a personajes famosos, como lo sucedido con Mario Kreutzberger.
Asimismo, la verdad también se quiebra con el grooming, abuso que se produce cuando el adulto engaña al niño o cuando alguien sube un perfil con fotos y datos falsos para buscar pareja o amigos por la web.“Lo más crítico ocurre a nivel de los datos personales, pero puede suceder en diversos niveles, como por ejemplo, falsear la portada de una página de un banco; pero el tema principal es falsear cuentas, robar imágenes o plantear cosas que son falsas como tal. Por ejemplo, que alguien publique perfiles con fotos de famosos y en redes de otros países”, precisa Arias.
Por ello, es necesario que cada usuario, ya sea un niño, un adolescente o un adulto, se haga cargo de la información que publica y comparte, lo cual forma parte de las competencias necesarias para este mundo digital.
“La verdad entre la vida cotidiana e internet tiene que ver con cómo te haces cargo, siendo conciente y pensando, antes de publicar, en las consecuencias que puede tener en el tiempo la información o las fotos que vas a subir, tanto para tí como para otras personas”, sostiene el psicólogo.
Por otra parte, es importante aprender a denunciar en las plataformas 2.0 y en la institución que corresponda. Por ejemplo, en Twitter existen los denominados troll, que son usuarios especializados en inventar hechos, molestar y ser insidiosos con otros para generar respuestas, y también existen personajes falsos, los fake. Pero en ambos casos, cuando se reconocen a estos perfiles, los twitteros esparcen la noticia y dejan de seguirlos.
Los daños
¿Qué daños sufren las personas que son víctimas de una publicación falsa? Estos van desde el suicidio, como ha sucedido con algunos adolescentes y niños víctimas de ciberbullying, hasta el asesinato de la imagen pública.
“Las consecuencias en el mundo virtual son muy reales y pueden generar respuestas emocionales graves, por lo tanto, es necesario poner ojo con los abusadores o con la gente que juega con la verdad. De repente, para un niño es divertido llamar a los Bomberos para hacer una broma, pero eso tiene consecuencias graves en el mundo real, y lo mismo sucede cuando se hacen este tipo de bromas en la red o se inventa información, por lo que también es importante que los padres enseñen esto a sus hijos y les den el ejemplo”, afirma.
Si bien hay algunas reglas claras y otras no, como parte de un código conductual en internet se puede establecer que cada nota de un blog debe ser firmada y el autor hacerse cargo de lo que sube. Por otra parte, un nick siempre debe representar a una persona y una vida real.
Para evitar pasar malos ratos, como criterio general de comportamiento es bueno “buscar siempre en lugares donde hay responsables que estén unidos a diversas comunidades. En la publicación debe estar el nombre del autor, la fecha y el lugar”, plantea Miguel Arias.
Cómo protegerse de lo falso
Unas simples medidas pueden ayudarnos a evitar que la información falsa nos afecte y también que dañemos a terceros:
- Valorar la verdad como sociedad, grupo familiar o individuo es muy importante.
- Tomar conciencia de cómo podemos hacernos cargo y evitar riesgos en relación con la falsedad. Por ejemplo, no es bueno retwittear un comentario sin comprobarlo o hacernos eco de una “copucha”, sin tener claro lo que de verdad sucede. Tampoco es correcto subir material de otros, como un juego, si es que con ese acto puedo ofender a esa persona, causar ciberbullying o daños.
- Siempre es bueno “googlearse”, es decir buscar qué se publicó de ti, dónde están tus imágenes. Es relevante buscar la huella digital propia y hacerse cargo de ella.
- Aprender a denunciar. Cuando nos enfrentamos a algo que no es real, apretar el botón de denuncia en Facebook o en Twitter o en los elementos legales cuando corresponda.
- La información de internet siempre se debe triangular, es decir, un bloguero, por ejemplo, por lo menos debe triangular sus datos en tres comunidades diferentes o en tres lugares de referencia o tres fuentes. Por lo general, la gente quiere que la encuentren en la red, entonces cuando se oculta información o se firma muy genérico, es preferible dudar.
- Habitualmente, la falta de ortografía en la web se relaciona con engaño y estafa.
Por ello, hay que aprender a mejorar este aspecto para respetar los códigos del mundo digital, porque, finalmente, las faltas ortográficas señalan despreocupación, no profesionalismo o, incluso, estafa.
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