Tanta es la fauna en el cyberespacio que hasta monstruos tenemos. Los trolls son como los Vampiros: huimos de ellos pro hay cierto gustito en convertirse en uno. El problema: puede transformarse en un hábito.
CSD > @SerDigitalCL > Leonardo Estrada > @itssoleon > +Leonardo > 23.12.11
En el reciente caso de @ssiiaabb, uno de los conceptos más comunes fue el “trolleo”. El trolleo está definido como la acción dentro de la red social que busca provocar a otros creando controversia o provocar reacciones predecibles con fines diversos, desde el simple divertimento hasta interrumpir o desviar los temas de las discusiones, El troll puede ser más o menos sofisticado, desde mensajes groseros, ofensivos o fuera de tema, sutiles provocaciones o mentiras difíciles de detectar, con la intención de confundir o provocar la reacción de los demás. Su origen etimológico más probable evoca la idea de «morder el anzuelo» (troll es un tipo de pesca en inglés) (Wikipedia).
@ssiiaabb
¿Qué pasó con Ignazio, nuestro recordado twittero? No sabemos si sus aseveraciones son producto de una campaña de trolleo, una real forma de pensar o la consecuencia de algo más, nadie lo sabe excepto él. Sin embargo, desató en la twitterósfera una serie de acciones trolleras de distintos frentes, que terminó por desvirtuar completamente el sentido de la discusión. Epic Win.
Por un lado, tenemos a un tipo con una forma particular de pensar, que sobrepasó los límites. Conducta bastante común en un TL promedio, hay que reconocerlo; entonces él es un troll. Recuerdo en particular un episodio en el que escribe acerca de la pena que le daba que comentaristas de televisión se sensibilizaran por los minusválidos. “Se dice Persona en Situación de Discapacidad”, le replican; responde “Se dice porquerías”. Es una conducta clásica en un trolleo.
Pero, ¿cómo reacciona el twittero? La mayoría ubica desde antes a Ignazio, sabe que mantiene una línea extrema de pensamiento, ha visitado su blog y conoce su campaña “proana”. Pero no se inmuta mayormente hasta que es denunciado, por lo que dejan caer sobre él una cantidad extrema de trolleo, ataques directos y exposiciones varias. Es tal el revuelo que la bomba explota también fuera de Twitter y así Ignazio es entrevistado por medios de radio y televisión.
¿Qué pasó?
Pasó que todos lograron el objetivo. Estuve en la última Twitcam que realizó Ignazio y seguía siendo atacado. No dejarán nunca de hacerlo, aunque en su trolleo demuestren que repiten la misma conducta de discriminación que están criticando. Todos odian a Ignazio pero tiene más de 13.000 seguidores, y no cambiará su conducta porque fue ésta la que le trajo tal fama. Todos perdieron.
¡Cuidado con los límites!
En situaciones como esta el trolleo pierde sus límites “sanos”. Deja de ser una conducta para ganar seguidores o por diversión y se convierte en una conducta detestable, discriminatoria, casi considerable como cyberbullying. Y observen con atención, no sólo me refiero a @ssiiaabb, quién ya ha pedido disculpas (aunque tiende a mantener su conducta). El resto de los twitteros/as que de una u otra forma conocen el caso o estuvieron involucrados en él, en algún minuto presentaron también conductas de trolleo, incluso cuando ellos han atacado de similar forma a tribus urbanas, estilos de moda o prendas de vestir particulares. En el fondo, todos somos unos monstruos, porque Twitter se ha convertido en la expresión de nuestras personalidades, y lamentablemente, en nuestra cultura, todos tendemos a hacer madera del árbol caído. TODOS Y CADA UNO DE NOSOTROS.
PD: Es esperable que esta nota en particular pueda ser víctima de trolleo. Adelante, dele no más, querido lector, así podremos estudiarlo.
PDD: el PD anterior: trolleo.
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