Siempre se habla de la apatía de los jóvenes al momento de hacer valer su opinión mediante el voto. Sin embargo, no son muchas las medidas que se han tomado al respecto, por lo que una buena alternativa sería el voto electrónico y la inscripción automática.
RNB> GSD 2.0 > 20.11.10
Cuando llega la época de elecciones, es común escuchar hablar acerca de la apatía de los jóvenes y del envejecimiento del padrón electoral. Cada candidato se la juega para conseguir el máximo de electores; sin embargo, estos esfuerzos parecen ser insuficientes.
De hecho, los más interesados en votar continúan siendo los adultos mayores, puesto que, según las estadísticas del Servicio Electoral (Servel), el 94% de ellos está inscrito para cumplir con su deber cívico. En tanto que también son activos en las votaciones los adultos, cuyo porcentaje de inscripción llega al 90%, y más tarde se encuentran los adultos jóvenes, con un 73,3%.
¿Qué sucede con los jóvenes? Ni siquiera la mitad de ellos está inscrita en los registros electorales y actualmente sólo está el 45% de este grupo etario. Y si se profundiza un poco más, se llega a la evidencia de que el interés de los chilenos más jóvenes ha decaído, puesto que para las elecciones de concejales de 2000, se inscribieron 2.305.275 personas entre 18 y 34 años, mientras que en 2008, cuando se debía votar por alcaldes y concejales, sólo llegaron a 1.255.529 personas. Y para las elecciones presidenciales y parlamentarias de 2009, los habitantes inscritos alcanzaron los 1.297.458.
Una de las soluciones que se ha planteado para batallar contra esta apatía juvenil es la incorporación del voto 2.0, es decir, un sufragio que represente una inscripción automática, sea voluntario y también digital.
Como se plantea en la Radiografía del Chile Digital 2.0 en el Bicentenario, realizada por Divergente, de sumarse esta tecnología a las votaciones se podrían mejorar diversas áreas que contribuirían a un mayor y mejor desarrollo del país, como el aumento de la participación ciudadana con una inclusión más natural de adolescentes y jóvenes, puesto que ellos ya conocen y manejan perfectamente las plataformas web 2.0.
En otros aspectos, también haría más expedito el trámite de votar para los adultos mayores y personas con discapacidad, al eliminar los desplazamientos físicos entre comunas e, incluso, el territorio nacional.
Según este estudio, parece haber acuerdo entre la ciudadanía, ya que el 55,8% de los adultos está a favor de que el voto sea digital-electrónico, en tanto el 34,4% de ellos quiere que éste sea voluntario y el 39,4% que la inscripción sea automática.
Un posible escenario de voto digital traería la posibilidad de mayor participación, libertad y cobertura, con lo que más chilenos pueden tener la oportunidad de votar. Por supuesto, antes de ello es necesario resolver algunos desafíos, como la alfabetización digital y la seguridad informática para que no se produzcan fraudes electorales. Sin embargo, las experiencias extranjeras hablan de experiencias exitosas en este ámbito, por lo que queda que las autoridades se
decidan a tomar el voto 2.0 como una alternativa real y que los parlamentarios legislen al respecto.
Programa de Alfabetización Digital y Mediática 2.0 PADM 2.0 – GSD 2.0 – www.serdigital.cl
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