Las redes sociales en internet han abierto un gran espacio de expresión para las personas, las que manifiestan sus intereses, opiniones, expresiones artísticas, momentos íntimos, entre otros, a través de estas plataformas. Textos, imágenes, videos, entre otros contenidos se comparten día a día a través de la red, y es aquí donde cabe analizar cuál es el aporte de todos ellos, o mejor dicho, es bueno preguntarse qué privilegiamos los usuarios: ¿cantidad o calidad?
La respuesta está finalmente en lo que cada usuario desea destacar de lo que los otros comparten, y además en la manera en que se interactúa en cada plataforma de la cual se participa: muchos usuarios destacan por el peso de sus opiniones, que en muchos casos pueden pocas pero contundentes, otros por tener noticias en vivo y en directo, como ocurre en el llamado “periodismo ciudadano”, también hay destacados en otros géneros como la fotografía, video, música, podcasts, etc. En otras palabras, siempre la calidad del contenido va a pesar más que la cantidad, de nada sirve hacer spam si eso que estamos compartiendo no va a ser de utilidad para alguien o simplemente no está dirigido a ningún tipo de público en particular. Cuando generamos contenido, debemos tener en consideración a quienes queremos llegar con nuestro mensaje, con qué frecuencia queremos hacerlo, de qué modo es más adecuado, y el tipo de lenguaje a utilizar.