Lo que una vez se subió a Internet, ahí se queda. Hace unos años, en un arranque de rabia contra el exceso de exposición en Facebook, cuando la tabla de noticias se llenaba de todos los estados de mis contactos (“me pica el dedo del pie derecho”, “hoy no quiero estudiar”, “te amo mi guashi”, ese tipo de comentarios) decidí cerrar mi cuenta en esa plataforma. Unos meses después, al sentirme tan desconectada como cuando la gente hablaba del último reality que nunca vi, se me ocurrió volver a abrir una cuenta. Pero para mi sorpresa, Facebook no se había olvidado de mí; estaba mi configuración completa tal cual la había dejado el día que la “cerré”. En ese momento fue casi un alivio, porque sólo tuve que retomar mi vida facebookiana como si nada hubiese pasado, pero ahora pienso en todo lo que circula en la web. Una vez que liberas un contenido, deja de ser tuyo. Ahora es público.
Es como lo que ocurre con el problema del “sexting”, cuando enviando una foto ligera de ropas a un amigo, a éste se le ocurre mostrársela a alguno de sus contactos y de ahí pasó a las red… y nunca más pudiste recuperar esa imagen. O a alguien le gustó el libro que escribiste y se dedicó a transcribirlo y subirlo para compartirlo con millones de usuarios. Anda a tratar de recuperar todas las copias que circulan.
Es lo que le ocurrió a Chilevisión y el error que al presentar la noticia de una banda de ladrones que llamaban “Los Faranduleros”, siguieron las imágenes del presidente Sebastián Piñera y altos dirigentes de la Concertación en una reunión. Por supuesto, apenas alguien se dio cuenta del error, lo hizo notar en las redes, se subió el video a Youtube y siguió el efecto bola de nieve en las redes. La discusión que tienen ahora por evitar que se siga expandiendo el video por la red es bastante notoria: piden que lo bajen de esa plataforma.
Según una entrevista realizada por Cooperativa.cl al Ojo del Medio (blog que busca errores del periodismo en Chile, entre otras cosas) «Bajar el video de YouTube es absurdo, es tapar el sol con un dedo». Estoy de acuerdo con ellos. Una vez que se sube un video, imagen, canción, etc., a las redes sociales, los usuarios se apropian de éstas y se encargan de seguir difundiéndola. Si no, preguntenle a Wena Naty o a Súper Taldo (y sí, sé que esos no son sus nombres). Sólo me queda decir, traten de cuidar(se) de lo que suben a Internet o apechugar con las consecuencias. No ser como la UNIACC o Nestle; los primeros lo niegan, los segundos arrancan.
Andrea Miranda – @andiboing