Guerra informática, guerra digital, ciberguerra… ¡como sea! Este fenómeno lleva a los campos de batalla convencionales hasta el ciberespacio, apoyado de las nuevas tecnologías de la información.
CSD > SerDigital > @SerdigitalCL > 08.04.11
Atrás quedaron los tiempos en que el país que tuviera más recursos bélicos era el más poderoso. Hoy, en una guerra es mucho más factible derrotar al enemigo atacando su infraestructura informática, ante cualquier otro tipo de ataque de carácter físico.
Esta nueva metodología de acción “traspasa diversas situaciones, ya sea en ofensivas militares de un país contra otro, de un grupo armado contra el gobierno, o simplemente ataques individuales de uno o varios hackers”, según su definición en Wikipedia.
Las declaraciones de John Perry Barlow, cofundador de la Electronic Frontier Foundation, una organización sin ánimo de lucro que trabaja para proteger los derechos civiles y la libertad de expresión en el mundo digital, han prendido la mecha: «La primera guerra informática ya ha empezado. El campo de batalla es Wikileaks», escribió en Twitter.
¿Es posible que se dé esta circunstancia? Miguel Suárez, experto en seguridad informática de Symantec, cree que ya estamos inmersos en ella: «Y va a ser mucho más común en los próximos años. De hecho, cada vez es más normal que no sólo compañías, sino también los Gobiernos recurran a consultores a la hora de definir los planes de protección de infraestructuras críticas».
Por otro lado, Antonio Miguel Fumero, socio fundador de la consultora Win Win, cree que la ciberguerra es un término que no viene al caso. «La mitología de los hackers, con muchos adeptos en Estados Unidos, con toda su literatura, tiene mucho de romántico pero poco sentido. El problema es cuando se mezclan los mitos con las conspiraciones», explicaron al diario El País.
En la última década se han sucedido las guerrillas informáticas entre países. En 2003, Taiwán recibió un supuesto ataque del que siempre culpó a China, sin pruebas, que dejó sin servicio varias infraestructuras básicas como hospitales, la Bolsa y hasta los semáforos. Un caos, ordenado y organizado, que no se limitó a un ataque de denegación de servicio, sino que incluyó virus y troyanos. En 2007, Estonia acusó a Rusia de diversas embestidas que alteraron la normalidad de medios, bancos y estamentos gubernamentales. A finales de septiembre, Irán también registró un intento de agresión a su programa nuclear. El programa que se infiltró recibió el nombre de Stunex. Sin un origen claro, el régimen siempre ha acusado a Estados Unidos de su autoría.
Entonces coméntanos, ¿Crees que estamos inmersos en una ciberguerra?
En la era digital… “siente, piensa y actúa digital”
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