Wikileaks y la libertad de expresión en internet

Marietta Parra @ettas > Serdigital.cl > 22.12.10

La  organización mediática internacional Wikileaks (WikiFiltraciones o WikiFugas en español) durante el último tiempo ha acaparado todas las miradas a nivel mundial.

Esta controvertida página web recoge y publica documentos y videos considerados altamente confidenciales.

Funciona bajo la siguiente lógica: Informantes anónimos hacen llegar los antecedentes a Wikileaks, utilizando tecnología de última generación que les permite codificar toda la información obtenida. Ello es indispensable para ocultar cualquier tipo de rastro, y sólo ha logrado alojarse en países como Bélgica o Suecia, donde cuentan con jurisdicciones que les aseguran protección legal.

El objetivo de Wikileaks es asegurar la transparencia de los gobiernos sobre la base de la publicación de una gran cantidad de información considerada de interés mundial. Los gobiernos invierten una gran cantidad de dinero en la seguridad de su información, factor indicador de su interés por mantener estos contenidos alejados del conocimiento público.

El pasado 28 de noviembre, Wikileaks decidió informar a la prensa escrita sobre importantes datos que manejaba, publicando los denominados “Cables Diplomáticos Estadounidenses Confidenciales”, información inédita con antecedentes sobre el actuar de esta país en relación con otros países y sus gobernantes.

Dicha revelación generó la inmediata reacción de los gobiernos, principalmente el estadounidense. La respuesta no se hizo esperar y se inició una persecución mundial contra el creador de Wikileaks, Julian Assange, y sus colaboradores.

Las visiones son encontradas: por una parte, se cruzan los intereses de las organizaciones de poder por mantener información reservada, que favorezca bienes sociales como el orden y la seguridad, según se ha esgrimido; mientras que también se habla de internet como un medio democratizador, donde la neutralidad sí existe.

¿Cómo explicamos lo ocurrido con Wikileaks? Estados Unidos ha puesto en movimiento su maquinaria para lograr que muchas compañías dejen de prestarle sus servicios a la plataforma de Assange: Amazon, Visa, Mastercard y Paypal, entre otras, quienes ya dieron la espalda a Wikileaks. No deja de ser importante, pues acciones como ésta han truncando el financiamiento que los usuari@s favorecían con sus donaciones.

Wikileaks ha sido constantemente limitada. En un primer momento, perdió su dominio en la web (url), medida que fue contrarrestada mediante el uso de “mirrors” (espejos). Actualmente, ha  recuperado  su sitio web.

No sólo ha perdido sus fuentes de financiamiento, sino que su fundador, Julian Assange, recientemente fue liberado luego de ser acusado de violación. Fue un hecho que muchos cuestionaron, aduciendo una acción concertada para echar por el piso el sitio y la credibilidad de su fundador.

Como ya mencionamos, la información publicada en Wikileaks está protegida en base a cientos de mirrors http://wikileaks.info/ que se han alojado en la red alrededor de todo el mundo. Ello ha sido posible gracias al trabajo colaborativo que han iniciado un sin número de  ciberactivistas  quienes, demostrando su apoyo a la causa, también han salido a las calles para manifestar su rechazo a las medidas adoptadas contra el sitio.

Actualmente, son miles las personas que se han adherido como seguidores a Wikileaks a través de redes sociales 2.0

Desde la perspectiva del sociólogo Manuel Castells, el problema para los gobiernos no radica en la revelación de sus secretos, sino en la forma en que estos se difunden, ya que  escapa a los aparatos de poder.

En la misma línea, Castells plantea que actualmente no está en juego la seguridad de los Estados: los antecedentes revelados no pondrían en peligro la ciudadanía, pues corresponden a datos que los círculos de poder manejaban con anterioridad a estos hechos.

Actualmente, está en discusión el derecho que tiene el ciudadano a saber qué hacen y piensan sus gobernantes.

Internet generó un cambio radical y definitivo en relación con  las formas de conocer, transmitir y expresarse. Hoy, los gobiernos deben estar más conscientes que nunca de ello, adecuando sus políticas de comunicaciones, seguridad y reserva; temas que seguirán generando debate.

Además, no hay que olvidar que internet es un medio de comunicación y debería estar protegido por el principio constitucional de la libertad de expresión.

Y tú ¿Qué opinas sobre Wikileaks?

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