En Estados Unidos es cada vez más frecuente el uso de herramientas para monitorear las actividades en la red de los alumnos. Con eso tratan de evitar problemas como ciberbullying pero a un alto costo en privacidad.
SerDigital > @SerDigitalCL > 20.02.14
El uso de las redes sociales entre alumnos y profesores no siempre ha sido una fórmula grata. Muchos docentes se sienten intimidados al entrar en la esfera digital donde se desenvuelven los estudiantes y sentirse desprotegidos ante el conocimiento de los menores respecto a estas herramientas.
Sin embargo, con un buen planteamiento en el uso de estas redes, los profesores pueden sacar mucho provecho a estas plataformas. Tener un mayor control acerca de las actividades digitales de los alumnos y advertir riesgos de ciberbullying son solo algunas de las ventajas de utilizar las redes.
En Estados Unidos, el uso de programas para controlar la vida digital de los alumnos es materia de discusión. Tras el suicidio de una niña de 12 años en Florida tras sufrir ciberacoso, los profesores buscan un equilibrio entre el derecho a la privacidad y a la libertad de expresión de los estudiantes versus un mayor control de los problemas que puedan surgir en las redes sociales entre ellos.
El año pasado, un estudiante de secundaria fue expulsado luego de comprobarse que amenazó en Myspace a sus compañeros con dispararles. En este caso, la justicia apoyó la decisión del colegio. Sin embargo, en otras situaciones, como las de unas alumnas de Indiana que fueron castigadas por subir fotografías indecorosas a Facebook, los tribunales revirtieron la medida.
Existen casos en que los mismos padres sienten vulnerados los derechos de sus hijos cuando se enteran de la vigilancia que pueden ejercer los profesores en las redes. Una directora de Misuri tuvo que dimitir tras ser acusada de fisgonear a sus alumnos a través de una cuenta falsa de Facebook. “Eran nuestros hijos a los que estaba vigilando”, dijo una usuaria de Twitter que se identificó como Judy Rayford cuando se dio a conocer la noticia el año pasado. Y sin “autorización” de hijos ni padres, agregó.
Varias empresas entregan el servicio de monitoreo en redes sociales de alumnos. Con ellos se puede saber si los estudiantes buscan temas relacionados con fabricación de armas hasta si revisan contenido sobre anorexia y trastornos alimentarios.
El punto es si tanto padres como los mismos estudiantes están dispuestos a sacrificar libertad y privacidad para lograr mayor seguridad y bienestar. A ti, ¿qué te parece la idea de monitorear a menores en la red?
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